Ecos del juego
Este vídeo muestra cómo la pelota, el juego y la danza pueden convertirse en símbolos de resistencia y humanidad en medio de la guerra. Las imágenes contrastan destrucción y vida: misiles al ritmo de la música, taconeos y gestos que se convierten en escapes a los conflictos, y cada pase o golpeo de la pelota refleja un intento de persistir. La pelota vasca simboliza Gaza: un ir y venir constante entre gobiernos, donde el dolor queda siempre en la cancha y la problemática se convierte en un juego cruel, pasando de unos a otros sin asumir responsabilidades. Es una crítica a la violencia en países fuera de Europa, como los genocidios en Gaza, y a la escasa implicación europea, al mismo tiempo muestra cómo el juego puede generar esperanza, resiliencia y conexión entre las personas.